Patrimonio
Lituania atrae por su espléndida naturaleza, por la costa de Curlandia y por el ámbar que sale de sus fondos marinos. Vilnius con su coqueto casco histórico invita a alargar la estancia del viaje, combinarlo con Kaunas, la segunda ciudad del país, y no perderse el castillo de Trakai y la Colina de las Cruces, dos de las postales típicas de Lituania.
Turismo en Letonia
Riga es otra de las piezas del mosaico de los países bálticos que causa más admiración. Los edificios de ‘Art Noveau’ engalanan el centro histórico, donde se alza el Monumento a la Libertad, erigido tras la independencia de Letonia.
En Riga se encontrará con una de las ciudades más bonitas de Estonia, Letonia y Lituania. Su centro histórico está salpicado por preciosos edificios de ‘Art Noveau’, hasta tal punto que la UNESCO lo ha reconocido como Patrimonio de la Humanidad. En este sentido, destacan su impresionante Monumento a la Libertad, una oda a la independencia letona; y el Mercado Central. Especial atención merece el Palacio de Rundāle, seguramente el edificio más deslumbrante de Letonia, y una auténtica explosión de barroco y rococó. Este palacio de verano del siglo XVIII fue residencia de Ernst Johann von Biron, duque de Curlandia y Semigalia.
Turismo en Estonia
Estonia es el país más desarrollado económicamente y más estable de los tres países bálticos, también el que tiene los precios más altos y mayor calidad en las infraestructuras y servicios turísticos. Una de sus ventajas son las excelentes comunicaciones aéreas con las principales capitales europeas, con Barcelona y Madrid. La cercanía con la capital finlandesa, hace que realizar un viaje combinado entre ambas capitales Helsinki y Tallinn sea una opción muy interesante.
Tallinn, a diferencia de las ciudades finlandesas ha mantenido su casco antiguo, el de la antigua Rival, ciudad hanseática con calles empedradas y edificios burgueses de estilo aleman. Además de su parte medieval y moderna que recuerda a Praga, las ciudades alemanas o polacas del Báltico, Tallinn posse uno barrios modernos y llenos de tiendas, bares y animación en Kajamaja y Telliskivi. Muchos museos y una naturaleza verde y serena completan una ciudad realmente atractiva y más barata que su vecina Helsinki. Pärnu y Tartu son las otras dos ciudades principales, llenas de monumentos restaurados y cascos antiguos con mucho encanto. La gastronomía estonia es típicamente centroeuropea pero tiene toques escandinavos y bálticos, con pescado, bayas y deliciosos panes. Los amantes de las cervezas disfrutarán también de una gran variedad y sabores.
El norte del país hasta la frontera con Rusia ofrece ciudades con historia como Narva y castillos como el de Rakvere por donde se lee la historia teutónica, sueca y rusa del país. No perderse el Parque Nacional de Lahemaa, ni los tours que muestran la arquitectura de la época soviética.
Las islas de Saaremma y Hiumaa ofrecen tranquilidad, paisajes planos y serenos, sin dejar de lado buenos servicios turísticos. Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, sus playas sus pistas y senderos son perfectos para los amantes del deporte y la naturaleza. Además hay muchos vestigios de las fortalezas teutónicas, suecas, rusas y soviéticas, así como tradiciones paganas que se han mantenido hasta la actualidad. Estonia es el país más animista de Europa!
Al sur oeste, Parnü la segunda ciudad del país, con pasado hanseático y sus famosas playas. Muy cerca, los parques nacionales de Soomaa y Matsalu así como la zona de Nõva y Noarootsi, donde la presencia sueca durante siglos ha dejado sus particularidades.
Por último, el sur es la zona más tradicional pero con Tartu, la ciudad báltica antigua, centro universitario y segunda ciudad de Estonia y núcleo de modernidad. Los parques nacionales como el de Soomaa y los pueblos típicos de Viljandi, Otepää y Setomaa, completan un panorama realmente atractivo y diverso.